A quién no le gusta el pollo? Bueno
vaaaaaleee!!, pero a los que nos gusta, que somos muchos, podemos disfrutar de
esta receta con productos de temporada como los boniatos. Éstos son poco utilizados
en nuestra zona en platos salados, se suelen utilizar más bien como postre o
merienda, hechos al horno o en compota, aunque comerlos en platos salados es
una delicia, ya que no son excesivamente dulces y tienen una textura muy
parecida a la patata. Hablando de patatas: se pueden sustituir perfectamente
para quién no sea amante de sabores exóticos.
Ingredientes:
· 8 jamoncitos
de pollo ( o pollo a trozos)
· 2 puerros
gordos
· 6 dientes de
ajo
· 50 cc de
aceite de oliva
· 1 vaso de
vino blanco
· Sal
Elaboración:
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Poner el aceite en una olla o cazuela. Dorar los
jamoncitos sin quitar la piel, dorarlos levemente para que no se resequen.
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Sacar el pollo a un plato y en ese aceite añadir los ajos con los puerros
troceados. Pochar suavemente.
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Cuando esté tierno, añadir el vino blanco a fuego fuerte, evaporar
parte del alcohol.
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Batir bien fino y volver a poner en la olla.
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Pelar los boniatos, cortarlos en rodajas gorditas o
tacos. Poner sobre la salsa.
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Añadir
el pollo encima, salar y añadir
un poco de pimienta de Jamaica recién molida.
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El pollo debe estar casi cubierto de salsa, si
faltase, se le añade un
poco de agua mineral.
Aproximadamente 40 minutos, tapado a fuego medio. Sólo se debe dar la vuelta una vez al pollo para que
se empape de salsa por todos lados. Esto es para que no se deshaga.
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Si quedase mucha salsa, añadirle una cucharada sopera de
Maicena diluida en un poco de agua fría, ponerlo al fuego de nuevo y espesará de forma mágica.
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Truco : Si sobra
salsa después de haberos comido la receta, no la tiréis. Añadirle para otra comida algunas
verduritas troceadas, arroz o pasta, y es una propuesta riquísima. Dejad volar vuestra
imaginación!
